lunes, 24 de enero de 2011



Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto. Sácame de quicio, hazme sufrir... Ponme a secar como un trapo mojado. Lléname de vida, líbrame de mi estigma. Llámame tonta. Olvida todo lo que haya podido pensar de tí hasta ahora. No me asustes, no me arrastres. Vete lejos... pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Toca mis ojos, míralos... ¿notas la textura del calor? Pillate los dedos. Y deja que te invite a un café, caliente claro. Y sin azúcar... sin aliento.